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La crisis financiera de los años 2007-2008 que se inició en Estados Unidos y es conocida como crisis financiera mundial (GFC), fue en realidad por su alcance, una grave crisis económica de alcance planetario cuyo desarrollo estudiaremos en esta instancia. Muchos economistas consideran que ha sido la crisis económico-financiera más grave desde la Gran Depresión que se desarrolló a lo largo de toda la década del 30.
Sabemos que esta crisis no se debe analizar solo de la perspectiva de las debilidades del sistema hipotecario. Hay que tener en cuenta la debilidad del sistema de control que a la postre terminó permitiendo que se materializaran los riesgos que eran evidentes. El impacto inicial de la crisis operó fundamentalmente sobre los créditos hipotecarios de alto riesgo (subprime) pero rápidamente se extendió sobre el resto de la economía local de los Estados Unidos y sobre la economía internacional, como resultado de la interconexión de las operaciones derivada de un creciente proceso de globalización, trascendiendo en pocos meses al mercado inicial donde se originó.
Se generaron durante el proceso, algunas reacciones contra organizaciones que estaban desarrollando "practicas poco éticas", "prácticas comerciales desleales" y "publicidad falsa", se estaban otorgando hipotecas de alto costo "a propietarios con crédito débil". los resultados sobre la economía a escala mundial de todas maneras fueron realmente devastadores. Se puso sobre la mesa la necesidad de encarar procesos de reforma financiera y monetaria internacional a la luz de ciertos objetivos básicos que debe cumplir la arquitectura financiera internacional, que evidentemente nos fueron contemplados oportunamente para evitar crisis como la referida a los créditos hipotecarios de alto riesgo (subprime) originada en los Estados Unidos y extendida como reguero de pólvora, al resto del mundo. El desafío es que muchas de las decisiones que desestabilizaron el sistema que ahora nos ocupa, no siempre se basarán en datos recogidos de manera sistemática con valoraciones adecuadas derivadas de su no completitud, sino en percepciones de lo que pueda acontecer y su nivel de asociación con los resultados en términos de "skin in the game".
Y lo desconcertante es que muchos de los agentes que provocaron el desastre, salieron bien parados, realizaron pingues ganancias. Nuestro enfoque de aproximación describe cómo se desarrolló la posibilidad de extender el crecimiento de los préstamos y mantener la seguridad, traspasando los paquetes de hipotecas de manera que pudiesen ser comercializados en las bolsas de todo el mundo. Sin duda hay un ejercicio de ingeniería financiera en contraposición con la capacidad reguladora que parecen haberse desfasado generando exposiciones desestabilizadoras.
Pero trascendiendo a estos desafíos de ingeniería financiera y capacidad reguladora que son muy interesantes y desafiantes, pensamos que hay otros aspectos también muy relevantes sobre los que consideramos que hay que llamar la atención. Entendemos que subyacen aspectos que queremos rescatar, relacionados con cuestiones culturales y éticas que también son relevantes para entender en todas sus dimensiones, los comportamientos humanos colectivos en los procesos de desarrollo de estas crisis.