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Este es un comentario sobre la parábola de la Oveja Perdida que narra Jesús en Lucas 15:3-7. En realidad es una revelación del corazón de Dios para aquellos que han batallado en su fe, han caído en pecado o se han encontrado fuera de la comunión con Su pueblo. La parábola no es tanto acerca de la oveja perdida como lo es acerca del pastor y de lo que él hace para hallarla y reintegrarla al rebaño.
En este pastor encontramos un poderoso ejemplo de lo que Dios espera de nosotros como Su pueblo al interactuar con las ovejas perdidas de nuestra época.